Patricia González Villalobos *
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Periodista

La tarjeta de presentación es una herramienta fundamental en el mundo laboral y de los negocios. Tan importante es la proyección de una imagen correcta como lo es ser portador de una tarjeta de presentación muy bien diseñada.

Los elementos que la conforman deben ser sencillos, bien delineados, con los colores apropiados y con información útil y concreta, que cumplan con la función de reflejar una imagen profesional de quien la porta.

Las tarjetas de presentación dicen mucho de nuestra personalidad. En ellas narramos quienes somos sin pronunciar palabra alguna. Por esta razón, debemos tener en cuenta que es un punto de conexión   que permanece en el tiempo, aun cuando ya no estemos presentes en una actividad o evento particular.

Un buen diseñador e indicaciones claras de lo que necesitamos y queremos en nuestra tarjeta personal, podría ser una garantía de éxito en su confección.

Recomendaciones prácticas para su diseño

1.    Seleccione formas y colores  según su profesión o campo de trabajo. Las opciones entre una psicóloga infantil, un periodista o un abogado, siempre serán diferentes.

2.    La información que debe contener es: el nombre completo, a qué se dedica, cargo, correo electrónico, dirección del lugar de trabajo y número telefónico físico. Agregar el número del celular será una decisión personal.

3.    El papel y la impresión en que se trabajen deben ser de muy buena calidad. Al fin y al cabo los costos serán, en realidad, una inversión que dará buenos frutos.

4.    Si se trata de una tarjeta corporativa, ésta debe coincidir con la línea gráfica de la empresa.

Consejos prácticos para su uso:

1.    Es importante contar con un porta tarjetas, con el fin de mantenerlas en excelente estado.

2.    Deben reseñar, siempre, información actualizada, de lo contrario es mejor desecharlas y  no entregarlas con cambios a mano o tachaduras.

3.    En el caso de las señoras, las tarjetas de presentación “siempre” estarán ubicables dentro de nuestros bolsos o maleta ejecutiva. No se vale perder tiempo buscándolas en todos los compartimientos de la cartera.

4.    Llevar suficiente cantidad para distribuir a quienes sea necesario.

5.    No las olvide en su casa u oficina. Llevarlas nos permitirá aprovechar cualquier oportunidades de negocio se nos presente.

6.    Se recomienda entregarlas al principio de las reuniones o actividades. Sin embargo, si no se puede en ese momento, busquemos uno apropiado  para no perder la ocasión de hacerlo.

7.    Deje sus tarjetas cuando visite a alguien y no lo encuentre. Un corto saludo escrito a mano siempre será bien recibido.

8.    Busque oportunidades y lugares apropiados para dejar sus tarjetas de presentación o para entregárselas a los demás. Esto puede concretar actividades comerciales.

Para finalizar, recuerde que  la tarjeta de presentación o business card es un instrumento que potencia, de manera muy efectiva, el poder del marketing, con una inversión realmente moderada para cualquier  empresa o persona.

*Consultora en Etiqueta y protocolo en los Negocios